Cada día las empresas enfrentan diversos desafíos y uno de los más importantes es incrementar las ventas. Pero ¿qué hacer cuando se vende a crédito y las cuentas por cobrar comienzan a acumularse? ¿Cómo disminuir el riesgo asociado? Son preguntas comunes que todo negocio tiene que plantearse.
Resguardando las deudas de los clientes
Los negocios tienen que hacer frente a diversos compromisos financieros, y deben hacerlo a tiempo. Por ejemplo, pagar a sus proveedores, invertir en activos y -a fin de mes- realizar el pago de las remuneraciones y la previsión social. Bajo este contexto, incluso una empresa que se encuentre con un buen crecimiento y experimente altas ventas, podría tener problemas si sus clientes no pagan a tiempo, o bien, si es que no lo hacen, pues tendrá problemas de liquidez.
En ese sentido, las empresas requieren un instrumento que les permita disminuir el riesgo asociado a las ventas a crédito -desde el análisis de sus clientes hasta la indemnización- para que así puedan operar con mayor tranquilidad y seguridad. Atendiendo a esta necesidad, existen los seguros de crédito.
¿En qué consiste un seguro de crédito?
Se trata de una póliza que asegura que las deudas de los clientes de una empresa serán pagadas en caso de que ellos no puedan hacerlo. Es decir, ayuda a disminuir el riesgo asociado a una venta a crédito pues, si no es posible cobrar una factura, será la compañía aseguradora la encargada de gestionar la cobranza de dicha factura y a su vez en caso de no recupero, responderá por el monto, incluso si se trata de clientes que se encuentran en el extranjero.
Es importante acotar que no todos los seguros son iguales. Algunas compañías –como SOLUNION– ofrecen un servicio integral que abarca tres etapas clave en la recuperación de cuentas por cobrar:
- Gestión de riesgos. Se realiza un análisis y monitoreo permanente del estado financiero de los clientes de una empresa.
- Recobro. Recuperación de las deudas con todos los pasos que ello implica.
- Indemnización. En caso de impago de los clientes morosos, se indemniza al asegurado conforme a lo establecido en la póliza.
En definitiva, a la hora de evaluar un seguro de crédito es recomendable ir más allá de la indemnización, apostando por un servicio integral que permita la gestión de las deudas desde las primeras etapas. Así, es posible anticipar los riesgos y proporcionar los antecedentes necesarios antes de cerrar un negocio.
Este tipo de cobertura puede considerarse un aliado estratégico para los negocios, pues protege las relaciones comerciales entre las empresas y les permite tener más libertad a la hora de elegir clientes y aumentar las ventas. Esto evita problemas de falta de liquidez y aumenta la solidez de la empresa, sin olvidar el análisis de riesgo, fundamental para dar pasos seguros.
Finalmente, ya que con un seguro de crédito existe el apoyo de una entidad experta asegurando las ventas, los ejecutivos tienen más tiempo para hacer lo que es más importante: gestionar el negocio.
Los parámetros que se deben considerar
Existen diversos tipos de pólizas y condiciones que es necesario considerar a la hora de contratar un seguro de crédito, como el monto de la cobertura, los plazos y el sector.
Recuerda que siempre pueden existir excepciones que no estarán cubiertas por el seguro, como las ventas que realicen algunos clientes particulares, entidades públicas o las ventas a compañías filiales o accionistas de la empresa asegurada -a menos que la póliza indique lo contrario- y, en general, a cualquiera que no utilice la venta a crédito, sino que realice sus pagos al contado.