Dentro de los conceptos modernos de economía circular, uno de los que destaca es el de “comercio justo”, también conocido como fair trade. Esta modalidad de negocios está tan en boga hoy en día, que muchas marcas reconocidas se han ido sumando a la tendencia, ofreciendo alternativas de comercio justo o derechamente cambiando sus productos e ingredientes para cumplir con estos estándares.
Durante la última década los consumidores han demostrado un gran interés por hábitos de consumo que los beneficien a ellos y a quienes generan y gestionan los productos adquiridos. Ya en 2017, en el Reino Unido, el 77% de los consumidores consultados por la Fundación FairTrade respondió que le importaba el comercio justo y el 25% afirmó que buscaba activamente productos con esta certificación como su primera opción de compra.
¿En qué consiste el comercio justo realmente?
Para entender en qué consiste el comercio justo, se debe comprender que este es un tipo de economía que contempla, en términos generales, acuerdos y tratos justos entre compradores, productores e intermediarios, pero también involucra sustentabilidad y ética. Dicho de otra forma, implica mejores precios (para los pequeños productores locales), condiciones decentes de trabajo, sustentabilidad local y tratos justos para los trabajadores de los países en vías de desarrollo.
En específico, el comercio justo postula a un crecimiento sostenido y sustentable a través de ciertos códigos intransables, entre los que destacan, por ejemplo, igualdad de género para las oportunidades de trabajo, rechazo al trabajo infantil, respeto por la identidad cultural, cuidado y respeto por el medioambiente, fortalecimiento de la producción local, buenas prácticas laborales (horarios, carga de trabajo e infraestructura), entre otros. Así, las marcas de ropa, productos de belleza, productos alimenticios y otros, que estén respaldados por una organización del comercio justo, pueden garantizar que sus productos cumplen con estos códigos éticos.
La introducción del comercio justo en la economía inicia formalmente con la WFTO (Organización Mundial de Comercio Justo), que fue creada en 1989 como la primera entidad dedicada al crecimiento sostenido y sustentable a través del comercio justo. Desde entonces han ido surgiendo en todo el mundo ONGs dedicadas a este tema, y Chile por supuesto no se queda atrás, con entidades tanto certificadoras como agrupaciones locales de productores que fomentan la iniciativa.
El fair trade pone especial énfasis en los trabajadores, artesanos y granjeros, y para que una empresa pueda ser acreditada por la WTFO, debe demostrar que su forma de trabajar pone al planeta y a los trabajadores, ante todo, cumpliendo con los códigos mencionados anteriormente.
La introducción del comercio justo en nuestro país ha sido lenta, pero hoy, cada vez más personas están tomando conciencia de la importancia de adquirir bienes de consumo que se rijan por estándares más elevados de producción, que respeten los ciclos naturales del planeta, y que respeten a las personas, sus conocimientos y su trabajo. El fair trade es una manera de avanzar en pos de un sistema económico más justo para todos.
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