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“La economía chilena se muestra sólida: en términos generales vive un aceleramiento de su crecimiento en 2018”

Vicent Pérez

Vincent Pérez, gerente de Riesgos

Para Vincent, una lectura posible es que la situación de la economía chilena actualmente es optimista, ánimo que se refleja en el cambio en la confianza de los empresarios, como si Chile tuviese su propia primavera económica. “Hay un indicador interesante que mide la confianza empresarial: IMCE. Y cuando este indicador está por encima de los 50 puntos, muestra que estamos en un terreno positivo de confianza a nivel empresarial local. En julio estaba en 52 puntos, tres puntos porcentuales menos que en junio. Aún así, aumentó en 10 puntos interanual. Ya son siete meses seguidos sobre los 50 puntos, lo que claramente muestra un optimismo. Esto hace crecer la inversión”, asegura Pérez.

Para el economista gerente de Riesgos, “estamos en una situación donde la economía chilena se muestra sólida, en términos generales vive un aceleramiento de su crecimiento en 2018, después de tres años de desaceleración. Vemos principalmente un riesgo, una incertidumbre, respecto de lo que está pasando a nivel del conflicto comercial entre las grandes potencias, principalmente China y Estados Unidos, pero pensamos que en el peor de los casos, si este conflicto escala y dura más tiempo que el presupuestado (el que no es nuestro escenario core). Es cierto que esa situación representaría un riesgo elevado para una economía tan abierta como lo es Chile”, advierte Vincent.

Pero esta primavera podría ver cortada alguno de sus brotes: el Índice de Producción Industrial (IPI) mostró un retroceso de -1,6% en los últimos doce meses, debido al descenso en dos de los tres sectores que lo componen: el minero, que registró una baja de -2,5% internanual según el Índice de Producción Minera (IPMin); en tanto, el sector de la manufactura, cuya actividad se mide en el Índice de Producción Manufacturera (IPMan), sufrió una variación negativa de -1,4% en doce meses, “explicado, en gran medida, por el descenso interanual de 11,8% en la fabricación de productos elaborados de metal”, según indicó el Instituto Nacional de Estadísticas.

Y es que la minería es uno de los sectores que presentan riesgos debido a que depende de la demanda internacional, alimentada por China principalmente, que se encuentra enfrascada en un conflicto comercial con Estados Unidos. Para el gerente de riesgos de Solunion, esto representa un riesgo para la economía chilena en tanto “el mayor impacto del conflicto comercial entre estas grandes potencias sería en el precio del cobre (que tiene un alto peso en la economía de Chile) debido a una menor demanda por metales. Esto sería un búmeran que impactaría directo en nuestra economía, porque crearía incertidumbre, pérdida -nuevamente- de confianza, lo que postergaría las inversiones. Entraríamos en una espiral negativa de crecimiento”, advierte.

Aún así, dentro de toda situación riesgosa, lo importante es ver las oportunidades. Y así lo confirma el análisis realizado por Vincent Pérez, máster en finanzas corporativas del ISC Paris (uno de los mejores institutos de economía de Francia): “Producto de este conflicto comercial, se abren nichos u oportunidades especialmente en los sectores no mineros y de exportación como el vino, la fruta y el salmón, que son los sectores de exportación fuertes para Chile”.

La guerra comercial desatada por el gobierno de Donald Trump es un escenario que es seguido atentamente por los más de mil analistas y abogados que trabajan para Solunion en las principales economías mundiales: “La información es clave en nuestro sector. Todos los días estamos en contacto con directores financieros, para saber y conocer las últimas cifras de las empresas, la evolución de esos números en el tiempo. La política de cobertura de la deuda y su protección frente a las variaciones del tipo de cambio, es parte de las preguntas que podemos resolver” señala Pérez.

Construcción: altos riesgos, muchas oportunidades

“En 2018 se prevé un crecimiento de más del 10% a nivel de edificaciones, y a nivel de medidas esto se refuerza con uno de los últimos mensajes del actual gobierno: la semana pasada la bolsa aplaudió la decisión de subir el umbral de exención de IVA a viviendas, de 2000 UF actuales a 4000 UF. Ese límite fue una medida que, durante la administración de Michelle Bachelet, bajó la exención de las 3500 UF a las actuales 2000. Entonces, parece que esta medida va en el buen sentido, ya que impacta en un mayor dinamismo a la construcción y los sectores económicos relacionados”, expone el gerente de riesgos para Chile y Argentina, de Solunion.

El llamado, no obstante, sigue en la vereda de la cautela, debido a que el sector de la construcción se mueve en ciclos económicos que ganan y pierden momentum de manera tardía: “Las expectativas que habían detrás del cambio de gobierno tardarán en verse. Y así ha sido en todo el primer y segundo trimestre. Y existen estos cuellos de botella, como lo son las restricciones al financiamiento de viviendas nuevas que tiene la banca o la regulación impuesta por el gobierno anterior” y agrega una explicación para ver las cosas con prudencia: “la construcción sigue siendo un sector que genera muchos siniestros, aunque el crecimiento de más del 5% hace que la frecuencia de las siniestralidades tienda a disminuir”. Solo en 2017 se produjeron más de mil quiebras y reestructuraciones de empresas, debido a los efectos producidos por la nueva ley de insolvencias, que entró en vigor a finales de 2015.

“Pero también vemos claras señales de mejora”, detalla Vincent Pérez. “Vimos la semana pasada que la actividad del sector de la construcción anotó una nueva variación positiva: el IMACON, el índice sectorial, registró un crecimiento del 3,2% anual, en junio. Y lleva ocho meses consecutivos con variaciones positivas. Existen indicadores que muestran avances que no se han visto desde la mitad del año 2016. Pensamos que esas cifras, en conjunto con el desbloqueo de proyectos que estaban paralizados, más el retorno de la confianza empresarial, anuncian un mejor desempeño para el segundo semestre de 2018 y el primero de 2019”. Otra razón para mostrarse optimista, según Vincent, es la magnitud e impacto de proyectos que estarían en carpeta para este período: “La cartera de proyectos (en el sector) es muy potente y toca áreas tan diversas como la vivienda, carreteras, infraestructura pública, energía, educación, salud, etc.”

El retail y la urgente transformación digital

Lo único constante en la vida es el cambio, reza uno de los principios enseñados por el budismo. Y para las cadenas de comercio minorista, este parece que es su mantra.

“Estamos ante un cambio disruptivo en el modelo de negocio, que aún no ha tocado verdaderamente a Chile, pero los grandes actores del retail ya lo advirtieron y están invirtiendo de forma agresiva para poder encarar lo que viene e intentar acortar el tiempo de entrega, para ser competitivos contra actores cuyo fuerte es lo digital, como Amazon o AlíExpress”, señala Vincent Pérez. Recordemos que a fines de julio, Falabella, uno de los mayores actores del comercio al detalle, adquirió el 100% de las acciones del mercado electrónico Linio, por un total de US$138 millones. El diario especializado Pulso agrega: “Linio opera en ocho países, registra una venta anual de US$137 millones (net merchandise value), con una presencia relevante en México, Colombia, Perú, Argentina y Chile, además de tener oficinas en EEUU y China”.

El economista también profundiza en que “también están los medianos y pequeños retailers, que están aprendiendo tarde que la transformación digital es vital. En Estados Unidos hemos visto una ola de insolvencias tremenda en 2017, de pequeñas y medianas cadenas de retail, que no supieron adaptarse. Tal vez es tarde lo que está pasando en Chile, pero al menos lo están haciendo”.

La recomendación es que “hay que mirar bien lo que pasa, porque se espera que haya una caída fuerte en las ventas de los minoristas tradicionales, que si son incapaces de competir, puede provocar un alza en las insolvencias del sector”, indicando además que “por el lado de las oportunidades, Chile es un país al que no se puede acceder de manera tan fácil, debido a sus barreras geográficas. La llegada de esos gigantes, entonces, podría hacerse mediante alianzas con transportistas locales, lo que podría favorecer a ese sector también, al generarles estas oportunidades”, dice el gerente de Riesgos de Solunion para Chile y Argentina.

Efecto de la ley de insolvencias

“De manera general, Chile es uno de los mercados más siniestrosos a nivel mundial (guardando las proporciones, por supuesto). Históricamente, Chile registraba en promedio alrededor de 150 quiebras de empresas al año. Desde 2016, el número de insolvencias y reliquidación se disparó: ahora estamos en más de mil liquidaciones y reoganizaciones al año. En 2017 el número aumentó un 40%. A julio, llevamos un 50% más que en el mismo período del año anterior. Este fenómeno, podemos decir que en 2018, Chile será uno de los países -lo corrobora el estudio de nuestro accionista Euler Hermes- con mayor crecimiento de insolvencias, principalmente debido a dos factores: uno, el inicio de período de maduración de la ley de insolvencias, cuyo objetivo era promover el “salvataje” de las empresas y los proyectos viables; y por otro lado una liquidación eficaz de aquellas empresas que no eran viables”, indica Vincent Pérez.

El economista plantea que “en este año, en pleno 2018, estamos en transición a una reactivación de la economía. En general estos períodos suelen traer aparejados una situación muy complicada a nivel de impagos. En el primer semestre de 2018, hemos enfrentado a un número muy elevado de insolvencias de empresas medianas, que facturan entre US$30 a US$50 millones y todos los días vemos noticias de empresas que cierran fábricas, que se reorganizan bajo la ley de insolvencias. Esto, aparte de los pequeños actores, que son quienes contribuyen a la frecuencia de quiebras. 2018 es el año que tendrá muchas quiebras”.

Su análisis se extienda a otras áreas, como la del metal, donde “hemos visto que los últimos 12 meses han sido complicado para los pequeños y medianos actores, aunque las expectativas también mejoran para este sector. Otro sector que está siendo afectado es el agroquímico. Existen proveedores de la agricultura en Chile, que no solo proveen insumos y equipos para los agricultores, sino que también financian a sus clientes con plazos a veces muy largos. Históricamente es un sector que genera muchísimos impagos. Hablamos de proveedores que venden tanto a mayoristas, como al agricultor de forma directa”.

Manejo del riesgo

Vincent Pérez hace hincapié en la necesidad de contar con información precisa, detallada y de valor para el negocio. Esto permite sortear imprevistos, planificar acciones y agregar inteligencia: “La gestión de riesgos se está desarrollando cada vez más. Y para evitar sorpresas y crecer de forma sostenible y no apuntar a los negocios puntuales, es fundamental que las empresas se enfoquen en tener una verdadera gestión de crédito, comprobar su portafolio de clientes: invertir en información. Pero también es cierto que esta operación requiere de fondos, requiere inversión, requiere tiempo, requiere expertise. Lo bueno es que esta operación se puede externalizar a través de un seguro de crédito. La primera razón de impago de una empresa proviene de la quiebra de uno o más de sus clientes”, señala Pérez, finalizando con que mediante el uso de un seguro de crédito “podemos alertar, mediante un uso estricto de políticas de privacidad y confidencialidad, a nuestros clientes sobre la evolución de tal o tal sector. Al estar en terreno y en contacto todo el día con las empresas, tenemos una ventaja”.

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