Muchas empresas nacieron de un papel escrito a mano en una cafetería o aula de universidad y durante mucho tiempo apenas crecieron en casas particulares u oficinas prestadas. ¿Qué hace que un emprendimiento se convierta en una gran empresa? ¿Suerte, planificación, inversión, escalabilidad, contactos? Te damos ejemplos de emprendimientos exitosos que pueden ayudarte a descifrar la respuesta.
¿El mito del garaje o el sueño del garaje?
Durante muchos años el imaginario emprendedor fue alimentado por la romántica idea de que unos solitarios aventureros con apenas unos billetes en sus bolsillos, muchas ideas frescas, y mala alimentación y descanso, lograron convertir su idea en empresas multimillonarias.
Hubo un tiempo en el que emprender era así de genial. Y los nombres que hoy se adjudican un pasado “de garaje” suenan bastante tentadores como para intentarlo. ¿Reconoces alguna de estas empresas?
● Hewlett Packard
● Disney
● Mattel
● Dell
● Harley Davidson
● Amazon
Muchas de estas grandes compañías contemporáneas se gestaron y dieron sus primeros pasos entre tres paredes y un portón, en casas o locales comerciales prestados, con apenas unas pocas computadoras y escasa decoración y
presupuesto.
El garaje de los padres de Bill Gates, donde junto a Paul Allen nació Microsoft, el garaje que tuvieron que alquilar Larry Page y Sergey Brin para poder cobrar el primer cheque que facturó la por entonces desconocida Google, o el garaje en el 367 de Addison Avenue, Palo Alto, donde Bill Hewlett y David Packard fundaron la empresa que llevó sus apellidos, todos tienen un hilo conductor en común: la innovación.
¿Y qué es la innovación? Podemos definirla como el resultado de incorporar novedades y modificaciones a elementos ya existentes con el fin de mejorarlos, o como la creación o implementación de elementos totalmente nuevos.
Ese dato en común tampoco es fortuito ya que muchos de estos grandes emprendedores que mencionamos, comenzaron sus proyectos de garaje luego de años de adquirir experiencia en empresas consolidadas, al lado de expertos y profesionales de los cuales se alimentaron para despertar su propia curiosidad por innovar, así como también un minucioso trabajo de networking para llegar a los contactos adecuados.
La aventura del emprendimiento de garaje como “ascensor social” es más una construcción basada en hechos románticos que en una verdadera reseña de aciertos y errores empresariales.
Entonces ¿Es real el emprendimiento de garaje? ¿Qué tan probable es que tenga éxito con mi garaje?
Pablo Picasso decía que “La inspiración existe, pero te tiene que encontrar trabajando”. Una síntesis de que el lugar físico o la circunstancia en la que nacen las ideas está más relacionada con
las horas dedicadas a un proyecto que al lugar en sí. También las influencias que tengamos de nuestros procesos de trabajo y aprendizaje anteriores al día de comenzar nuestro emprendimiento tienen su impacto.
Pero, volvamos a los ejemplos de emprendimientos exitosos para centrarnos en el caso de Hewlett Packard. Fue fundada en 1939 por los ya mencionados William Hewlett y David Packard, y originalmente se dedicaba a la fabricación de instrumentos de medida electrónica y de laboratorio. William y David eran compañeros en la Universidad Stanford. En el garaje de la casa de David construyeron un oscilador de audio, un instrumento de prueba electrónico utilizado por los ingenieros de sonido de esa época. En pocos meses de experimentación lograron simplificar el
dispositivo (que en esos tiempos costaba unos 200 dólares promedio), hacerlo más estable y silencioso, y reducir el precio a poco más de 50 dólares. El éxito estaba asegurado… pero faltaba un comprador.
A través de contactos de amigos universitarios y familiares, sus innovaciones llegaron a oídos del mismísimo Walt Disney. Para fines de 1939 ya habían vendido 8 osciladores a Disney y producían casi media docena de productos electrónicos similares.
En 1968 (casi 30 años después) la empresa consolidada pero aún no consagrada, decide entrar al mercado de las calculadoras electrónicas y lograr el tan ansiado éxito corporativo que los convirtió en una de las empresas más grandes del mundo.
¿Qué podemos aprender del caso de Hewlett Packard?
● No alcanza con una idea, en apariencia genial, para lograr el éxito.
● La formación académica y profesional son clave.
● Los contactos y el networking son vitales para que nuestra idea o producto prospere.
● Tu proyecto no va a triunfar de un día para el otro. A Hewlett Packard le llevó 30 años.
● Si tu idea o producto y tu plan de negocios son buenos, da lo mismo un garaje que una cafetería o una plaza.
● Si tu emprendimiento crece, tienes que seguirle el ritmo para que no caiga.
● Si tu emprendimiento no crece, tienes que encontrar caminos alternativos.
● El garaje es romántico y accesible, pero quizás no sea la clave del éxito ;).