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Conoce los detalles de la Ley de Pago en 30 días y por qué el seguro de crédito sigue siendo la herramienta para vender tranquilo

ley de pago

Vender tranquilo: Ley de Pago Oportuno y Seguro de Crédito

Uno de los principales problemas que experimentan las empresas -de cualquier tamaño- es la incertidumbre del pago de sus servicios como proveedores a distintas compañías. De hecho, de acuerdo con la Bolsa de Productos de Chile (BPC) y la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), para el cuarto trimestre de 2018 las compañías demoraron un promedio de 53 días en cancelar a sus proveedores.

Lo anterior, provoca que se comprometa la solvencia de los emprendimientos por la falta de liquidez para continuar con sus operaciones. Para reducir la existencia de este fenómeno, la Ley de Pago a 30 días -vigente desde mayo de 2019- ofrece un incentivo para acortar y respetar los plazos de pago.

¿En qué consiste esta nueva normativa y cómo el seguro de crédito todavía sigue siendo necesario?

Reducir y acatar el plazo de pago: el eje central de la ley

Para solucionar los problemas derivados del no pago oportuno, la ley tiene como objetivo establecer plazos justos y garantizar tempranamente el reintegro del precio de los productos o servicios que brindan los proveedores dentro del territorio nacional a otras empresas, sin distinguir tamaño o tipo -pública o privada-.

¿Cómo? Estableciendo un plazo máximo de pago, el cual se dispondrá de forma gradual. Así, hasta febrero de 2021 se permite un periodo de pago tope de 60 días corridos desde la recepción de la factura, con la intención de que las empresas emisoras y receptoras de facturas en el territorio nacional puedan adaptar su funcionamiento a la normativa. Finalmente, después de vencida esa fecha, las compañías deben ceñirse a la obligatoriedad de pagar antes de 30 días corridos.

Es importante saber que estas fechas se aplican a empresas privadas, ya que para instituciones de carácter público corresponde otro calendario.

¿Qué sucede cuando no se cumple el plazo de pago que establece la ley?

A efectos de la ley, se entiende que el deudor incurre en mora. Cuando esto sucede se genera un interés desde el primer día de retraso, el cual corresponde a los corrientes designados a operaciones no reajustables en moneda nacional de 90 días para montos superiores a 200 UF, e inferiores o iguales a 5.000 UF.

Además, los incumplidores de la obligación deberán pagar una comisión fija del 1% del saldo que se encuentre adeudado.

El cobro de esta sanción económica se podrá realizar a través de 3 maneras:

  • Pedir el pago al comprador de forma directa.
  • Por medio de una entidad intermediaria como empresas de cobranza.
  • Haciendo uso de los tribunales de justicia.

La ley también abre espacio para ciertas excepciones que dependerán de situaciones puntuales negociadas entre ambas partes. Si el proveedor y el comprador establecen un plazo de pago mayor al legal deben acordar por escrito el convenio y depositarlo en el registro del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo dentro de 5 días hábiles a su celebración.

El Seguro de Crédito: ¿por qué sigue siendo importante para vender tranquilo?

En un mercado dinámico y con altas fluctuaciones, es importante que se adquiera una actitud precavida. Aunque la Ley de Pago a 30 días promueve el respeto por los plazos , el seguro de crédito –ofrecido por SOLUNION– permite a los proveedores proteger sus operaciones a través de la evaluación y monitoreo permanente de la situación financiera de sus clientes -para disminuir el riesgo de impago siempre presente- el recobro o recuperación de las deudas y el resguardo de las operaciones internacionales, las que no están regidas por la nueva normativa.

Por lo anterior, es fundamental la asesoría en la elección de los clientes en lo que al riesgo se refiere.

Al contratar un seguro de crédito, el proveedor conoce la capacidad real de endeudamiento de sus clientes, lo que le permite anteponerse a situaciones donde el pago de su factura está en verdadero peligro.

Existen ocasiones en donde lo anterior se convierte en una necesidad. Muchos procesos de liquidación (anteriormente denominada quiebra) o de reorganización, culminan sin obtener la recuperación del crédito. Para evitar esta situación, al contratar un seguro de crédito, podrá ser indemnizado sin depender de los resultados de esas contingencias.

Por otro lado, la tramitación del cobro moroso puede significar latos períodos de litigio judicial. Esto puede comprometer seriamente las operaciones de los proveedores debido a la falta de liquidez.

Entre otros servicios, Solunion realiza gestiones de cobranza, reclamación y recuperación de créditos impagos que pueden significar una inversión de tiempo.

Sin duda, la nueva ley es un avance para regular la negociación entre proveedor y deudor. No obstante, para contar con una plena tranquilidad acerca del capital en juego, se deben ejecutar los mecanismos de protección necesarios que permitan al proveedor vender tranquilo. En este caso, el seguro de crédito sigue siendo la mejor.

Actualidad  Solunion

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